Arrebatos 2

Eso no es más que mierda


Un año sin publicar, no quiere decir, un año sin escribir.
Ojalá fuese un año de poca sensibilidad, de satisfacción y acercamiento a la esquiva felicidad total, ja, ja, ja. Estos cuentos sócraticos crearon un entorno subjetivo de esperanza inocua...la felicidad es vivir con lo que tenemos, no con lo que anhelamos. He aprendido que un segundo es esa parte de tu existencia que te dice respira profundo, abre los ojos,  no imagines, sobrevive.


Y qué, si escribo mierda. ¿ Qué es la mierda? Quién dio el poder divino al  hombre para poder juzgarse a sí mismo. Las conductas se regulan, pero ahora estamos limitando. La conciencia  es suficiente para atestiguar el venenoso síndrome de culpa que producen los actos de cada quien. Ahora veo filosofía no aplicada cada día, publicaciones vacías de individuos que profesan mimetizar comportamientos correctos o erróneos, la filosofía perfecta de vida en pequeñas frases, todos quieren parecer interesantes, todos quieren ser pulcros, populares, llamativos, importantes, relevantes; me incluyo. Que vacíos, que sincronía de basura tan esbelta la que estamos creando. Hoy escribo para mí, a lo mejor para alguien en el mundo, pero sobre todo, para la existencia que vamos marcando con cada segundo que nos indica respirar obligatoriamente.

Alguien se acercó a decirme que escribo según mi estado de ánimo... Ja, Ja, Ja, pero que fatalidad he escuchado...acaso el mundo no gira entorno a ello, acaso no se  niega un saludo en la calle porque se  te  ha quemado  la lengua con el café del desayuno, acaso no dejaste de dar la mano a aquel mendigo harapiento que te afectó con su olor, acaso no dijiste ¡ No! en aquel semáforo donde exhibían una muestra artística, acaso no es más llamativo una vestidura que una sonrisa. Entonces disculpen, hoy mi estado de ánimo es indigno por lo que llevo viviendo durante años, me preocupa su prolongado efecto en mí...

Acaso no vivinos según nuestro estado de ánimo; de alegría, de temor, de rabia, de agotamiento, de inseguridad...de popularidad, de carencia de valores, de materialismo, de consumismo, de paradigmas desgastantes que te imponen modas superficiales...bueno, gracias amigo por tu aporte, ¡sí!, si escribo según mi estado de ánimo.

Pero menos mal hoy no me quemé con mi café, hoy saludé a un mendigo y regalé una  moneda en un semáforo, también gasté dos minutos escuchando el canto de un ave, le dí un abrazo a mi padre y leí unas cuantas páginas de Fernando Vallejo, envié un mensaje de texto importante, escuché mi canción preferida y sobre todo, escribí unas líneas.

Me sentí bien haciéndolo, pero me cuestiona si aún sigue catalogado todo esto bajo el criterio de la categoría "MIERDA"...bueno, realmente sólo estaba echando un vistazo atrás, porque me preocupa que lo que me hace sentir bien sea eso, como lo manifiestan algunos ignorantes que he conocido y al diálogo lo trajeron a colación; quién me define los parámetros de evaluación para concluir que algo es inservible, inútil, vano o infructuoso, y qué pasa si me entretiene más una portada llamativa que un par de piernas, una sonrisa que una billetera, una cerveza que un perfume fino, una taberna que una discoteca, una esquina peligrosa que un barrio de clase alta...ya me siento mejor, creo que me iré a dormir, a escuchar la música de mierda que me hace feliz, a lidiar con mi estado de ánimo condicionante de mi existencia.

Estoy aprendiendo a vivir, con mi MIERDA, pero antes que nada estoy aprendiendo a respetar los sujetos y conceptos honorables que para otros sí son válidos e interesantes, por eso les he denominado con un pseudónimo preciso para expresar mi más sincero mensaje de admiración: papel higiénico.

Comentarios

Entradas populares